domingo, 5 de enero de 2020

Aprendiendo de España

miguel angel herrera zgaib, Ph.D.
Director grupo presidencialismo y participación

No pocos españoles, y son millones, piensan que la suya, su sentido común, califica a su estado y régimen como democrático, pero no están en lo cierto.

A raíz de los debates actuales con ocasión de la investidura de un jefe de gobierno no provisional, como es el caso del socialista Pedro Sánchez, y la propuesta de coalición progresista orquestada con Unidas/Podemos, para sumar 155 votos posibles, más los apoyos de organizaciones menores en diputados, y abstenciones significativas de ERC y Bildu.

Entonces podrá quedar el martes entrante, Pedro Sánchez electo presidente de España con la vicepresidencia de Pablo Iglesias, un compromiso de mesa de diálogo en Cataluña, donde independientistas y republicanos quieren reclaman autodeterminación, antes y después de la constitución de 1978.

La primera sesión de debate de la investidura del jefe de gobierno, permitió fijar los límites a esta democracia representativa que garantiza la libertad de expresión, en cuyo ejercicio permitió, por ejemplo, la intervención de dos mujeres, una vocera de Bildu, y la otra Mireia Vehí, quien le puso el cascabel al gato de la democracia tanto española como europea.

Además, este primer debate, de contera permitió fijar límites en lo teórico y práctico, a la coalición progre que se podrá materializar a partir del entrante martes, si la votación anunciada lo permite, por un estrecho margen. Límites que no sobre recordarlo también afectaron la viabilidad del gobierno Syriza en Grecia, y que forzaron al poco tiempo de su estreño a renunciar al ministro de finanzas Iannis Varoufakis enfrentado a las autoridades económicas de la UE.

No sobra recordar tampoco

Que España es una monarquía parlamentaria, con presidente, no primer ministro. Esto resultó del diseño constitucional votado en 1978, por cuatro fuerzas, incluido el partido comunista de Santiago Carrillo, parte activa de la onda eurocomunista, se quiso activar la salida de la dictadura legal del franquismo.

La herida mayor reconocible de esta democracia "representativa" afecta la realidad de las autonomías y sus gobiernos que, por supuesto, no son independientes, y en consecuencia no gozan de autodeterminación, con todo lo que ella implica. Esta es la demanda de Cataluña, donde las mayorías de votantes independientes han superado a los demás ciudadanos en dos votaciones seguidas. En particular, Vehí recordó este domingo que tuvieron más votos que el PSOE y Unidas/Podemos sumados en Cataluña.

Lo anterior para insistir en que le permitan a Cataluña hacer un referendo donde se someta a votación democrática la independencia. Igualmente, la respuesta de Pedro Sánchez recordó que en la Unión Europea está pendiente lo que pueda pasar con Escocia; y en caso de Norteamérica, los referenda de Quebec, según el anterior primer ministro, no son legales, así que de triunfar son rechazados por la democracia "representativa que pretende ser Canadá.

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