martes, 9 de febrero de 2021

APRENDIENDO DE LA CARTILLA ECUATORIANA

Miguel Angel Herrera Zgaib, PhD
presidente de la IGS-Colombia. Director Grupo PyP.

Aunque el Ecuador sigue en espera de la información definitiva del escrutinio por parte de la autoridad competente, está claro que hay cuatro votaciones destacadas, del conjunto de las depositadas por los restantes 12 candidatos aspirantes, que no llegan al 1% de los votos depositados. Por lo que más de uno se pregunta, con razón, por qué estas personas se dispusieron a participar.

De otra parte, y puesto que en Ecuador el voto es obligatorio, los adictos a las operaciones matemáticas simples se han puesto a sumar y restar resultados, y con este ejercicio aparecen los siguientes indicadores generales: la sumatoria de votaciones por 12 candidatos no superará el 8% del total. Dicho lo cual queda alrededor de 6% que prefirió no escoger ningún "caballo" en la carrera presidencial.

En cifras redondas se puede concluir que los cuatro candidatos punteros, sumados, arrojan el 86% del voto del pasado domingo. Lo cual prueba un notorio interés en los comicios pasados, que supera, a manera de ejemplo, las votaciones de los estadounidenses, guardadas proporciones.

Si al 86% contabilizado le añadimos entre 6 y 8% depositados, por los restantes 12 candidatos, tenemos más del 92% de votos válidos, por lo que es evidente que en el Ecuador, que padece una crisis de su deuda externa, y experimenta una recesión, inoculadas por las ejecutorias del sucesor de Correa, Lenin Moreno, en rebeldía con las ejecutorias del progresismo, se entiende por qué el candidato de sus preferencias no alcanzó siquiera al 1%.

Dicho lo anterior, la hermana nación del Ecuador, muestra a las claras, a propios y extraños que viene madurando a pasos agigantados en lo que tiene que ver con el aprovechamiento de los limitados ejercicios de representación democrático liberal, que en ningún caso se pueden confundir con la participación democrática plena, que de hecho no se practica en ninguno de los estados nación existentes globalmente.

Cuando me refiero a madurez, quiero indicar cómo las fuerzas tradicionales, el progresismo correista y la reacción representada por Guillermo Lasso, encontraron dos nuevos contendores, uno de traza indigenista, centrado en Pachakutik, y su candidato Carlos (Yaku) Pérez, un abogado, objeto de afrentas y persecuciones durante la presidencia de Correa.

Y está uno menos conocido, representado por Xavier Hervas, empresario joven del sector agroalimentario, el candidato del tik tok, quien capitalizó algo más del 16% del descontento, y quien se identifica con postulados de centro izquierda que definen el llamado espectro socialdemócrata en América Latina y allende los mares.

Con estas novedades, es claro también que la cultura política del Ecuador ha experimentado un cambio, propiciado en parte por la irrupción de la marejada de la "revolución ciudadana", el así llamado progresismo que tiene muchos ramales, con fuerza propia y específicos contenidos programáticos.

A hoy, cualquiera atento de modo general al examen de estos guarismos, que conducirán a una segunda vuelta decisiva, podrá concluir que el Ecuador está cercano a la conquista de la mayoría de edad política.

Más aún, cuando la población indígena en rebeldía en el último cuarto de siglo, que recuerda al novelista Icaza, quien escribiera Huasipungo Ñucanchic hace más de medio siglo, se ha fortalecido después de las repetidas acciones de la Conaie, y en particular, después del muy significativo levantamiento indígena y ciudadano, que castigó la indiferencia de la serrana Quito, bajo la conducción de Leonardo Iza.
Lo anterior para decir que la población raizal, autóctona que sumada puede ser superior al 30% de la plurinación ecuatoriana definirá quién será el nuevo presidente de Ecuador. Mientras tanto, la composición de la Asamblea nacional garantiza que la lógica de los contrapesos está en su lugar, y que los representantes podrán garantizar un nuevo rumbo a la nación hermana.

Todo lo cual es fundamental celebrarlo, y derivar lecciones inmediatas para Colombia, que está en tránsito de realizar elecciones por separado, otro absurdo que sirve a las minorías, para Congreso en marzo, y en mayo del año entrante.




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