lunes, 27 de septiembre de 2010

CONFESIÓN DE PARTE

¿ES EL COMIENZO DEL FIN DE LAS FARC?

Miguel Angel Herrera Zgaib

Director

Grupo Presidencialismo y participación

maherreraz@hotmail.com

miguel.herrera@transpolitica.org

Lo único que tengo para contarle, es que mi vida son las Farc, tengo 46 años y calculé que me mataban antes de los 42, así que estoy viviendo de más, de aquí pa´lante todo es ganancia”. Entrevista del Mono Jojoy con Alejandra Villamizar. Revista Don Juan.

Un presidente eufórico, Juan Manuel Santos, quien no cumplió aún los míticos 100 días que hizo famosos la presidencia de Franklin D. Roosevelt, ha dicho el pasado domingo en la base militar de Larandia, que la operación Sodoma ha sido el comienzo del fin de las Farc, porque en ella murió el guerrillero comunista Víctor Julio Suárez, el Mono Jojoy. Él era hijo de otro guerrillero liberal, su homónimo, quien también peleó y murió al lado de Juan de la Cruz Varela, otro legendario guerrillero liberal ,resistiendo al dictador Gustavo Rojas Pinilla, el "pacificador " en las postrimerías de la Violencia del pasado siglo.


Jorge Briceño Suárez, Jojoy, distinguido así por sus sobrenombres y alias más conocidos, fue un campesino de origen nacido en Cabrera, en la región de Sumapaz, en el Departamento de Cundinamarca. Desde los 12 años cumplió tareas de apoyo a la guerrilla comunista a cuya cabeza estaba Manuel Marulanda, "Tirofijo". Con él creció y aprendió las leyes de la guerra de guerrillas, mientras las Farc pasaban de autodefensas campesinas a ser un ejército para disputar a la oligarquía liberal conservadora el poder.

El fracaso de la paz con l@s de abajo

¡Es un acto de guerra!. Piedad Córdoba, senadora liberal, líder del proyecto Colombian@s por la Paz.

A partir de la Segunda conferencia, las Farc enfrentaron el segundo proyecto pacificador del Frente Nacional, después que hubo la entrega de armas del mayor núcleo guerrillero liberal en el Llano, que había resistido a la dominación conservadora que movilizaba sus guardias blancas, "los chulavitas", para contrarrestar las mayorías liberales que perdieron la elección presidencial con Mariano Ospina Pérez, y se disponían a reconquistar el poder en elecciones bajo la dirección de Jorge E. Gaitán, el líder liberal asesinado en Bogotá el 9 de abril de 1948.


Ahora bien, todas estas luchas de los campesinos y pobres de Colombia están detrás del perfil de Víctor Julio Suárez, a cuya muerte el gobierno colombiano y el bloque de la llamada Unidad Nacional atribuyen el inmenso poder de darle arranque a la liquidación del proyecto político militar de las Farc. Y claro, no será la primera vez que se manifieste este deseo públicamente, después de 48 años de historia de esta rebeldía armada que empezó siendo liberal, luego la orientó el partido comunista con la activa presencia de Jacobo Arenas. Después se hizo campesinista hasta transformarse a lo largo de la última década en el partido comunista clandestino, PCCC, en la forja de los frustrados diálogos de San Vicente del Caguán, donde los contenidos de la paz se discutieron en miles de descargas verbales de cinco minutos compartiendo tribuna y televisión como nunca había ocurrido en la historia nacional.

El supuesto del bloque de poder que exhibe el significante vacío de "la prosperidad democrática" es que aqu ella propuesta política, económica y social, ya no tiene arraigo en los trabajadores y los pobres del campo y las ciudades.


Es por demás lo que han dicho un estudioso de la economía colombiana, Salomón Kalmanovitz, un intelectual de pasado trostkista, hoy decano de economía de la Universidad J.T. Lozano; de la guerra, Alfredo Rangel, otro economista y politólogo de pasado juvenil camilista, y el expresidente Angelino Garzón, un cristiano, de notoria militancia comunista y sindical en el pasado, quien invita a los subversivos al arrepentimiento como su principal acto revolucionario.


Esto para citar y recordar apenas unos ejemplos elocuentes, indiciarios de un particular clima de opinión de centro y derecha, que hoy anima en mayor o menor grado las perspectivas reformistas del bloque de poder que lidera el presidente Juan Manuel Santos.

Muchísima menos audiencia tiene el discurso de la guerrilla, en trance de ser por fin derrotada, dicen también la radio y prensa establecidas. La evidencia de este aserto obra en paralelo, de acuerdo a las mediciones de opinión pública, consultando a las diversas capas y sectores que constituyen la clase media, y de modo particular, tale desafecto embarga a los sectores de la intelectualidad citadina , sobre todo, la afincada en la educación universitaria y secundaria del país.


Claro, para de paso recordar, que de allí provinieron algunos de los actuales cuadros más destacados de la insurgencia armada. Empezando por Guillermo León Sáenz, Alfonso Cano, estudiante de antropología, cabeza actual del secretariado, nacido en hogar de familia conservadora. No pocos convencidos como Joaquín Gómez, un exalumno dicen los archivos de la Universidad Patricio Lumumba. Animadores del proyecto democrático revolucionario que las Farc-Ep publicitó nacional e internacionalmente durante las negociaciones de paz doblemente fracasadas, primero, desde los tiempos de Belisario Betancur, y, después, corrida una década, durante la presidencia de Andrés Pastrana Arango.

¿Un hombre malo?

Es un golpe al corazón estratégico de las Farc… Unánamos, es el mensaje para el pueblo. Almirante Edgar Cely, comandante de las Fuerzas Armadas de Colombia, en entrevista de Caracol, 27 de septiembre de 2010.

El testimonio recogido en el libro Trochas y Fusiles escrito por el sociólogo Alfredo Molano, dice que el Mono Jojoy entró a su carrera como "guerrillo activo" a los quince años. Su apodo de combate lo atribuyen algunos testimonios a asociar sus cualidades con la agilidad e inteligencia de un mono selvático que habita en la serranía de la Macarena. Otros al asimilarlo con el gusano Mojojoy, para honrar su habilidad para camuflarse en la manigua y librar una guerra prolongada de trincheras y escondrijos, que le prolongaron la vida a Víctor Julio más allá de su cálculo existencial.


El momento culminante de este campesino autodidacta como estratega ocurrió al dar las Farc-ep el salto a la guerra de posiciones, como la denominó el analista Alfredo Rangel, tomándola prestado de Clausewitz. En concreto, nos referimos al intento de librar con una fuerza convencional de unos mil hombres a las FF AA y a la Policía de Colombia en la toma de Mitú, la capital del Departamento del Vaupés.


Allí permanecieron las Farc-ep por tres días, hasta que fue posible, violando los acuerdos con su vecino Brasil que el mando militar de Colombia desembarcara fuerzas especiales transportadas por aire, para entrando por aquella frontera forzar la salida de las Farc de Mitú. Así lo comentó el general Tapias, ya en uso de buen retiro del Ejército , recordando aquellos episodios


De los esbozos autobiográficos ofrecidos por Molano, queda claro también que este líder de los de abajo, de los grupos y clases subalternas agrarias, rompió temprano con la religión oficial y sus rituales convencionales. Así lo recordó Jorge Briceño Suárez (a) refiriendo una anécdota escolar. Entonces Víctor Julio cometió la herejía de proclamar en público que “la hostia no sabía a nada y que quedaría mejor con membrillo de guayaba”. Lo cual motivó su inmediata expulsión de la escuela confesional en Cabrera, donde aún viven sus familiares.

Una sobrina, Lucero Suárez será quien retire ahora el cadáver del guerrillero de la morgue de Medicina Legal. El dictamen conocido solo en parte ha dicho que el guerrillero murió aplastado por el derrumbe de la construcción de concreto, el llamado “bunker” de 300 metros cuadrados que se supone fue impactado por siete bombas inteligentes lanzadas por aviones desde 25 mil pies de altura. Es lo que se colige de la operación de demolición, según el decir de los mentideros periodísticos con Caracol a la cabeza; y, sobre todo, del diálogo con el almirante Cely con Darío Arismendi sostenido el pasado lunes 27 de septiembre. Y claro, conviene recordar aquí, que Cely es compañero de armas del presidente en funciones, quien en algún momento de su juventud acarició la idea de seguir la carrera militar.


Pues bien, en La Escalera, un sitio cubierto por árboles de 30 y 50 mts, estaba este centro de información, resguardo y acopio, “la madriguera”, según los enemigos jurados del "bandido" Jojoy, desde donde él y sus compañeros del bloque oriental organizaron con éxito la guerra de resistencia al plan Patriota. Allí también se ha dicho que hubo otros ocho muertos, luego de derramar el "fuego celestial" de toneladas de bombas y movilizar algo más de 60 naves, entre aviones y helicópteros. Entre ellos está la compañera sentimental del comandante militar de las Farc., que de bailes sabía poco . Al principio se especuló, si una de las tres mujeres fallecidas, era la holandesa Tanja, una combatiente internacional conocida por el reportaje que ofreció a la prensa. Ya fue descartada tal hipótesis por los medios oficiales.

¿De qué democracia se trata?

No olvidemos, por otra parte, que, al mismo tiempo que e Estado demuestra su poder de reducir a los que delinquen, hay quienes siguen matando impunemente. El domingo pasado, el ministro de Agricultura restituyó a 38 familias de Urabá las tierras que les habían quitado los paramilitares. Uno de los presentes era Hernán Pérez…Esa tarde, al volver a la casa lo asesinaron. Daniel Samper, en Cambalache, 26 de septiembre 2010, p. 1-31.

En efecto, este hombre, Víctor Julio o Luis Suárez, un líder de la guerrilla, de los grupos y clases subalternas del martirizado campo colombiano; y miembro del secretariado de la organización guerrillera que ayudó a forjar fueron capaces de contener el Plan Patriota, una secuela del Plan Colombia con el abierto apoyo del gobierno estadounidense, demócrata y republicano, cuyo episodio de cierre fue la autorización de utilizar siete bases militares colombianas. Acto de gobierno declarado ya como inexequibile por la Corte Constitucional.

El Plan Patriota era la pieza maestra estratégico militar de los dos gobiernos del presidente Uribe para quebrar le el espinazo a las Farc. Entonces esta muerte, la de Jojoy, como la de Alfonso Cano las acarició, casi las cantó, el propio expresidente Uribe hasta 48 horas antes de hacer dejación de su cargo en la Plaza de Bolívar.


Él, con el entusiasmo de perpeturarse en el poder del Estado, la había pensado como la clave de bóveda de un programa de guerra contra “el narcoterrorismo”. Sería el mayor logro de la autodenominada seguridad democrática, para cuya prosecución no se ahorró medio alguno. Hasta llegó a postularse ser presidente por tercera vez en Colombia, sin parar mientes sus seguidores en el fraude más descarado que registre la historia escrita. Tal que opaca todos los antecedentes republicanos conocidos que no son pocos, la verdad sea dicha, en la maltrecha vida democrática de Colombia en casi doscientos años de vida como proyecto frustrado de nación independiente.

Era el cierre maestro con que iba a sepultar otro acto de guerra, también fallido, de las Farc, su principal enemigo. Éstas saludaron la entronización de Álvaro Uribe Vélez, lanzando rockets contra el palacio de gobierno el mismo día de la posesión. Algunos de los cuales terminaron impactando las edificaciones y humanidades de habitantes del Cartucho, un antro de drogacción y miseria juntas, a escasas cuadras de la residencia presidencial, en el corazón de Bogotá.

Alejandra Villamil, quien hizo el perfil del Mono Suárez, Luis o Víctor Julio, para la revista light Don Juan, que reprodujo la edición extra de $200 pesos, de El Tiempo, 23 de septiembre de 2010, tituló su crónica “Perfil de un hombre malo”.


Sin embargo, ella misma, al cerrar la historia del "bandido", no dejó de reconocer lo contradictoria que es la vida de este campesino, alzado en armas desde los 15 años, contra la oligarquía colombiana, los terratenientes y burgueses juntos, y sus aliados internacionales, como acostumbran caracterizar a la “democracia” colombiana los intelectuales comunistas, institucionales, extraños herederos del legado conceptual de Gaitán, a quien también repudiaron en vida por su comportamiento fascistoide cuando quiso ser presidente por el voto popular.

Alejandra cierra su crónica diciendo: “la historia dirá que fue uno de los peores y más sanguinarios terroristas que tuvieron las Farc, que era un narcotraficante y un secuestrador despiadado. Otra será la versión de la misma historia que se escriba monte adentro. Dirán que además del estratega militar que llevó a las Farc a desafiar seriamente al Estado, fue un comandante cálido, preocupado por sus hombres”.

Delante de estas dos versiones siguen el presente y el porvenir de los grupos y clases subalternas, en procura de su autonomía política. Estas necesitan como nadie la construcción democrática, que es radical para que sea. LA democracia requiere, exige la igualdad social para los trabajadores y pobres de Colombia, en las ciudades y campos. Así lo entendía hasta su muerte Estanislao Zuleta, quien conversó al respecto con el M-19 reunido en Los Robles en el frustrado encuentro por la Democracia y el diálogo Nacional.

Tal empresa ha estado hasta hoy tachonada de fracasos y costosas postergaciones. Un hijo de esa oligarquía, formado en la Armada Nacional y en la conservadora Universidad de Kansas, habla después después de haber sido elegido presidente que éste es el tiempo de la prosperidad democrática. Muy pronto sabremos tod@s a qué democracia se refiere, y si Colombia podrá salir de la tragedia y la farsa juntas, donde bombas y morteros, muertes y más muertes, anónimas y conocidas son la ingrata expectante memoria de una nación que no acaba de serlo.

domingo, 26 de septiembre de 2010

Otros textos para Debate


Una colaboración de Luis Mejía y Carlos Vidales, desde dos puntos cardinales


La muerte de jojoy y sus ayudantes le han dado al pais un gran sentido de tranquilidad y esperanza en el futuro: ¿tenemos toda la razón para sentirnos así? Depende de lo que obliguemos a hacer a nuestros gobernantes de ahora en adelante con el paréntesis que se les abre para administrar el futuro del pais.

Mi amigo el historiador Carlos Vidales ha circulado un breve artículo en el que cita lo que escribió Gonzalo Arango cuando murió Desquite, otro criminal tan grande como Jojoy pero a quien ya olvidamos. Tanto la cita de Gonzalo Arango como la pequenna reflexion de vidales deberian hacernos pensar sobre la patria que queremos.

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Dice asi Carlos Vidales:

A mediados de la década de 1960 fue abatido uno de los más terribles bandoleros de la historia colombiana. Había sido guerrillero, se había vuelto bandido y fue cazado como una bestia. Así dijo el poeta Gonzalo Arango en 1966:

"Los campesinos y los pájaros podrán ahora dormir sin zozobra. El hombre que erraba por las montañas como un condenado, ya no existe. (...) ¿Estoy contento de que lo hayan matado? Sí. Y también estoy muy triste. (...) Yo pregunto sobre su tumba cavada en la montaña: ¿no habrá manera de que Colombia, en vez de matar a sus hijos, los haga dignos de vivir? Si Colombia no puede responder a esta pregunta, entonces profetizo una desgracia: Desquite resucitará, y la tierra se volverá a regar de sangre, dolor y lágrimas".

La profecía de Gonzalo Arango se cumple una y otra vez. Los Desquites vuelven a resucitar para ser matados por el Estado y el Estado vuelve a prometernos, una y otra vez, que con la muerte del Desquite de turno está próxima la desaparición de todos los guerrilleros, los bandoleros, los rebeldes, los indeseables, los terroristas, los réprobos, los violentos.

Pero el Estado que los mata sigue y seguirá produciendo nuevos, con nuevos nombres y con nuevos odios.

Ah! "Colombia, tierra querida, tierra de paz y armonía..."

Desquite, con su cuadrilla

Desquite. Violento, mujeriego, amante de la música. Creado por el sistema, aniquilado por el sistema.

Carlos Vidales

http://hem.bredband.net/rivvid/

http://luisvidales.blogspot.com/

viernes, 24 de septiembre de 2010


LIBERÉMONOS DE LA GUERRA

"SÓLO UN PUEBLO ESCÉPTICO CON LA FIESTA DE LA GUERRA Y MADURO PARA EL CONFLICTO MERECE LA PAZ". Estanislao Zuleta.


En esta oportunidad comenzamos una serie de artículos con ocasión de "la muerte en combate" del Mono Jojoy, su alias de guerra a la que se dedicó según dicen los biógrafos oficiales desde 1975. El primer escrito que compartimos es del médico y psicoanalista Santiago Barrios, quien lo publicó originalmente en su blog de Semana. N de la R.

La muerte del Mono Jojoy

Por Santiago Barrios
Publicado 09/23/2010


La muerte no es motivo de alegría, y mucho menos luego de ver que en Colombia hay operaciones militares entre compatriotas de la envergadura de la de anoche.

Resulta que aviones de la Fuerza Aérea bombardearon el campamento del Mono Jojoy, al cabo que tropas de tierra, parte de la Fuerza de Tarea Conjunta Omega y la Policía, lo cercaron hasta que esta madrugada se confirmó su muerte, y aun cuando todavía no se ha difundido cuántos guerrilleros más fallecieron con él, se cree que también estaba Tanja Nijmeijer, la guerrillera holandesa, y tal vez otros líderes, como Henry Castellanos Garzón, más conocido como Romaña.

La Fiscalía trabaja identificando esos cadáveres, unos 20 se dice. Por otro lado, entre las fuerzas del Estado solamente murió Sasha, una perra antiexplosivos, y 5 hombres fueron heridos. Esta operación, denominada Sodoma, empezó hace un año cuando al menos 50 agentes infiltraron sus anillos de seguridad, de 1.000 hombres, obteniendo información sobre sus movimientos y la ubicación de su campamento.

Hace dos noches el comandante de las Fuerzas Militares y del Ejército informó al presidente Juan Manuel Santos, quien había dado la orden de iniciar la operación llamándola Bienvenida, sobre el búnker de unos 300 metros de longitud y numerosos túneles situado en La Escalera, área rural de la serranía de la Macarena al sur del departamento del Meta, a 8 kilómetros de la Julia, cerca del municipio Duda, lugares ya muy conocidos por ser donde las Farc sostuvieron varios encuentros con el Gobierno de Andrés Pastrana durante los diálogos de paz en el Caguán.

La Infantería de Marina y las fuerzas especiales del Ejército desembarcaron cerca, y mientras 27 helicópteros y 36 aviones de la Fuerza Aérea, entre Supertucanos, de inteligencia y de transporte, hacían su trabajo, la Policía consolidó la información satelital ubicando definitivamente el lugar. Así que hacia las seis de la tarde de ayer los Supertucanos empezaron a lanzar unas 50 bombas sobre el blanco, mientras unidades terrestres conjuntas ingresaron al campamento.

Aun cuando ya lo decía, la pérdida de la vida siempre es una tragedia, el ambiente en Colombia cambió hoy. El país amaneció con cierta sensación de optimismo, de confianza en el Estado, en todo caso, con un entusiasmo prudente, pues, salvo una mejor opinión contraria, durante la historia republicana del país el Gobierno nunca ha controlado el monopolio de las armas. Y aun cuando este suceso desmoraliza todavía más a los reductos guerrilleros que aún perduran y conservan su poder letal, a partir de la experiencia nacional de las últimas décadas de guerra contra el narcotráfico se sabe que siempre hay alguien dispuesto a ocupar el vacío de poder que dejan sus líderes cuando desaparecen por una u otra razón.

De todas maneras da tranquilidad y orgullo el profesionalismo y la dedicación de las Fuerzas Armadas y la Policía de Colombia, junto con una gran sensación de agradecimiento, un enfoque más bien pragmático sobre el asunto. Y la noticia se difundió por el Mundo. Precisamente hoy, mientras el presidente Santos participa en la Asamblea General de la ONU y mañana se reunirá con Barack Obama, así que se espera que la economía y la inversión extranjera también se beneficien.

Lo que sucede es que el Mono Jojoy, llamado Julio Suárez Rojas, también conocido como Jorge Briceño Suárez, era el más sanguinario de las Farc: utilizó toda clase de tácticas bélicas, fue el arquitecto de los campos de concentración que ocuparon innumerables secuestrados durante décadas, ideó el uso corriente de los cilindros bomba y las minas antipersonal que tantos muertos y mutilados dejaron durante años, además era un símbolo, un líder de enorme poder entre ellos, y, como si fuera poco, el colombiano con el prontuario judicial más extenso, ya que de sus procesos surgieron 62 órdenes de captura y 5 condenas por rebelión, homicidio, terrorismo, secuestro y narcotráfico, la fuente primordial de los ingreso de la guerrilla de la actualidad, además el gobierno de Estados Unidos lo pidió dos veces en extradición.

Bajo su mando, 6.000 hombres, mujeres y niños secuestraron cerca de 500 policías, soldados y civiles, mientras impuso la extorsión en los territorios que ocuparon. A viva voz dictaba la ley en pueblos y veredas de la Macarena. Sin embargo en 2009 la ofensiva en los Llanos del Yarí, parte de la política que el gobierno de Álvaro Uribe llamó Seguridad Democrática, afectó su poder, a la vez que su salud también decayó, pues se dice que era diabético, en todo caso, la operación Sodoma hace parte de los esfuerzos enormes de las décadas de guerra en Colombia.

El Mono Jojoy nació en Boyacá, el 5 de febrero de 1953, hijo de la guerrillera cocinera de Jacobo Arenas, y su hermano, Noé, más conocido como Grannobles, aún es miembro del Estado Mayor Central, el segundo órgano de dirección de las Farc. El Mono Jojoy ingresó a los 22 años como combatiente raso del Bloque Oriental, donde recibió protección de Arenas y Tirofijo, de nombre Pedro Antonio Marín, y el líder de las Farc hasta hace poco. Perseveró y progresó allí, en el bloque más numeroso en integrantes, el que controlaba el territorio más extenso y tenía una larga tradición, al fin y al cabo, su estructura se formó a partir de las conferencias guerrilleras en 1982 y 1993.

Luego el Mono Jojoy se hizo popular en los diálogos de paz con el Gobierno Pastrana, sin llegar a ser vocero ni negociador, aún así fue uno de los 7 miembros del secretariado de las Farc, la dirección general. Se trataba del estratega del grupo, un hombre violento y drástico en sus decisiones, el jefe guerrillero más importante después de Alfonso Cano, así como uno de los más temerarios, inspirando respeto y odio entre subalternos y adversarios. Sus secuestrados lo describen como rudo, autoritario, inmisericorde, ya que tuvieron contacto con él pues les pasaba revista en los campos de concentración, porque también se encargaba personalmente de supervisarlos.

Así que el pacifismo y el humanismo parecen ser diferentes si quien habla de ellos es un ciudadano escandinavo, un suizo o alguien proveniente de otros países de la Unión Europea, el Japón, incluso de los Estados Unidos, lugares donde nunca se ven acciones militares de este tipo. Y así es la diversidad humana.

Hoy, por ejemplo, otra colombiana, aun cuando también es francesa, presentaba su libro en el Show de Oprah Winfrey, y la célebre presentadora de televisión tituló el programa La Madre Más Valiente del Mundo, en él entrevistó a Ingrid Bentancourt sobre varios aspectos de Even Silence Has An End: My Six Years in Captivity in the Colombian Jungle, quien en su intervención tocó su experiencia como secuestrada de la Farc, incluyendo el malestar de la líder política por lo que consideraba la incomprensión de muchísimos colombianos que protestaron airadamente al conocer su propósito de demandar al Estado colombiano por sus seis años de cautiverio, el mismo que la rescató mediante la Operación Jaque en Julio de 2008.




miércoles, 22 de septiembre de 2010

El colega Francisco Hidalgo Flor, de la Revista Espacios, copartícipe del proyecto Seminario Internacional A. Gramsci, Hegemonías y Contra-hegemonías, en la Universidad Central de Guayaquil nos remite estas reflexiones que son relevantes para el asunto de la tierra y los recursos hídricos en Colombia, ahora que estamos en el trance de "reformitis" del gobierno de la Unidad Nacional en Colombia. N de la R.


Reflexiones sobre el proceso de construcción de la Ley de Recursos Hídricos del Ecuador (Primera parte)

Dennis García,[1]/ Foro de los Recursos Hídricos de Pichincha

«En los países bien administrados no es necesaria una justicia particular…

En esos países se entiende por justicia un proceso inventivo y fecundo,

capaz de conciliar los intereses más diversos».

Bertolt Brecht

La construcción de las leyes no es, como argumentan muchos «expertos» o exponentes del statu quo, un proceso exclusivamente técnico o jurídico, ajeno a los complejos mecanismos del mantenimiento del poder. Puede parecer demasiado simple afirmar que las leyes son la expresión de la correlación de fuerzas de las distintas clases existentes al interior del Estado, en un momento histórico dado.Por ello, las leyes y regulaciones sobre el agua en el Ecuador,desde la primera Ley de Aguas de 1832 hasta nuestros días, han reflejado la hegemonía aplastante de un pequeño núcleo de grandes hacendados y empresarios vinculados al aprovechamiento del agua.

La tierra y el agua han sido en el Ecuador elementos fundamentales para los procesos de acumulación. Vastos sectores campesinos han sido privados históricamente del acceso a la tierra y al agua y, aunque la Reforma Agraria permitió un acceso limitado a la tierra, el agua siguió siendo monopolio de los sectores tradicionales de poder. Se repartió una parte de la tierra, pero no se repartió el agua. Por ello, en los últimos años, ninguna otra ley, como la de recursos hídricos, ha hecho tan evidente las profundas confrontaciones políticas, económicas y sociales, incubadas a lo largo de los distintos modelos de acumulaciónexperimentados en nuestra historia.

Pero… ¿Cuál es el modelo de acumulación que vive el Ecuador de nuestros días?


¿Cómo caracterizar al actual régimen? ¿Vivimos una etapa de disputa del sentido histórico del régimen de desarrollo?¿Nos encontramos en una fase de transición de un modelo neoliberal a uno estatista? ¿Estamos frente a una propuesta neo-desarrollista aferrada al extractivismo, con una fuerte preocupación social en la que el rol del Estado cobra protagonismo? ¿Este gobierno es una nueva careta del neoliberalismo?¿Es este un régimen totalitario?¿Es realmente el gobierno de Rafael Correa un espacio en disputa?

Estas son preguntas formuladas a partir de algunas caracterizaciones realizadas por diversos actores sociales y políticos del país,que no han sido discernidas y debatidas con seriedad y profundidad. En realidad, constatamos que los diversos sectores sociales ypolíticos, desde la derecha hasta la izquierda, tienen distintas respuestas y posiciones. No obstante, las percepciones frente al actual régimen han desparramado aún más a los movimientos sociales y, en muchos casos, han convertido en «irreconciliables» diferencias secundarias o de matices.

La dispersión del campo social

Hace pocos años José Saramago decía: «Las izquierdas son campos en ruinas» pues –según él– viven la más grande de todas las crisis: la crisis de las ideas; porque no son capaces de proponer iniciativas que «reúnan a la gente, y no se puede hacer nada si usted no tiene una idea donde la gente se encuentre, alrededor o compartiéndola.»[2]

En el caso ecuatoriano, frente a la Ley de Recursos Hídricos, cada movimiento social y los partidos que los apoyan, establecieron su particular agenda, lo que acabó con cada uno embarcado en su propio tren. Esto, obviamente, disminuyó significativamente la capacidad de incidencia política. No fue sino hasta la inminencia de que la Asamblea Legislativa considere en segundo y definitivo debate esta Ley, aprobada a última hora, por el gobierno en alianza con la extrema derecha (Social Cristianos – Madera de Guerrero), que la izquierda social y política impulsó un frágil proceso de unidad.

La Asamblea Legislativa se desarrolla en otro contexto y en otro marco de correlación de fuerzas que la Asamblea Constituyente, que construyó la nueva Constitución. Efectivamente, mientras en la Asamblea Constituyente el movimiento de gobierno–Alianza País (AP)–, contaba con una abrumadora mayoría (80 de 120 asambleístas, más el apoyo de sectores progresistas)[3], esta correlación de fuerzas cambió substancialmente en la composición de la Asamblea Legislativa, donde AP no cuenta con la mayoría y necesita imperiosamente contar con aliados para aprobar las leyes, muchas de ellas ordenadas en la propia Constitución.

Desde el lado de la izquierda social y política no se analizó a profundidad las dimensiones e implicaciones de una confrontación en torno al agua. No se consideró el momento político, ni las fuerzas reales con las que se contaba. Un proceso de discernimiento y elaboración conceptual debería transformarse en capacidad de diálogo, de convocatoria a los cercanos, en un proceso natural de articular y sumar fuerzas.

Pero los movimientos sociales y la izquierda no dialogaron, no planificaron, ni buscaron consensos para enfrentar este proceso, pese a que se sabía que el tema del agua era extremadamente conflictivo: en Montecristi –como lo reconocen quienes vivieron ese proceso–el bloque de AP, e incluso su buró político, tuvieron una primera fractura en torno a dos temas: el derecho humano al agua e INTERAGUA [4].

Los interesesde INTERAGUA volvieron a provocar profundas fracturas en el proceso de aprobación de la Ley. Es conocido ampliamente que dentro de AP existen varios de sus militantes y dirigentes vinculados directamente a intereses económicos relacionados con el agua.[5] Pese a esta constatación no se buscó establecer acuerdos, ni unapolítica clara de alianzas. De esta manera los sectores progresistas se quedaron dispersos, sin propuestas concensuadas y sin posibilidades reales de incidencia.

El proceso de construcción de la Ley de Recursos Hídricos

Aparentemente, si se contaba con una Constitución calificada como una de las más avanzadas del mundo, que recogió una serie de principios vanguardistas sobre la gestión del agua, la primera en el planetaque reconoce que la naturaleza tiene derechos y, además, se contaba con un gobierno que se autodefine como «socialista del siglo XXI», que proclama que «la revolución ciudadana está en marcha», la tarea de la Asamblea Legislativa era plasmar los principios de la Constitución en la Ley. Debemos reconocer que en la Ley se rescataronbuena parte de esos principios, pero en otros –donde se afectaba grandes intereses económicos–, los asambleístas, con la presencia directa del ejecutivo, buscaron todo tipo de artilugios para eludirlos.

Principales principios constitucionales sobre el agua en el Ecuador

1. La naturaleza tiene derechos, sus ciclos naturales y sus ecosistemas deben ser protegidos;

2. El agua es un derecho humano fundamental e irrenunciable;

3. El agua es un patrimonio nacional estratégico de uso público;

4. Se prohíbe toda forma de privatización del agua;,

5. La gestión del agua es exclusivamente pública y comunitaria;

6. Los servicios de agua potable y alcantarillado pueden ser prestados únicamente por entidades públicas o comunitarias;

7. La gestión integral del agua debe realizarse por cuencas hidrográficas;

8. El orden de prelación para el uso y aprovechamiento: uso humano, riego que garantice la soberanía alimentaria, caudal ecológico y aprovechamiento productivo;

9. Se establece una Autoridad Única del Agua;

10. Se garantiza la participación de la ciudadanía en la elaboración, ejecución, evaluación y control de las políticas públicas.

Lo que está detrás de los principios constitucionales sobre el agua es una nueva propuesta de desarrollo basado en la armonía de los seres humanos entre sí y de ellos con la naturaleza: el Buen Vivir (SumakKawsay,en lengua Kichwua). Este nuevo modelo de desarrollo implica racionalizar el uso de los recursos naturales, tomando en cuenta los impactos que se puedan causar a la naturaleza y a la calidad de vida de los seres humanos; superar el modelo económico basado en el extractivismo, que degrada la naturaleza; eliminar los desequilibrios sociales, las formas de discriminación, el festín desvergonzado del agua, garantizar su redistribución equitativa, garantizar una real participación. Esto es lo que debería estar realmente detrás de la Ley de Recursos Hídricos.

El proceso de construcción de la Ley empezó en noviembre de 2008, cuando la Secretaría Nacional del Agua (SENAGUA) convocó a varias organizaciones sociales a conocer una primera versión de la Ley de Recursos Hídricos que, según sus palabras, recogía las propuestas que entregaron a la Asamblea Constituyente el Foro de los Recursos Hídricos, la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE) y que incluía, además, una propuesta del Consejo Nacional de Recursos Hídricos (CNRH).


A partir de entonces se produjeron diez versiones en los dieciocho meses transcurridos hasta el segundo debate de la Ley. Este proceso puede ser dividido en cuatro grandes fases:

1. Fase de consulta incipiente (hasta la 3ra versión). Esta fase se lleva a cabo con la iniciativa y hegemonía de la SENAGUA y en ella se realizan varios diálogos con algunos sectores sociales. No obstante, cabe anotar, que se excluye concientemente a otros, pues en esta fase lo que se buscó realmente fue justificar social y mediáticamente un proceso de «consulta» que, en realidad, pretendía validar una propuesta de una entidad gubernamental. De hecho, algunas propuestas recogidas en esta fase, posteriormente fueron borradas sin justificación alguna.

2.Fase de autismo gubernamental (de la 4ta a la 7ma versión). En esta fasese produce una negociación a puerta cerrada entre organismos del gobierno.En este períodose evidencia que el Estado no es solo la expresión orgánica de determinadosintereses de clase (económicos, políticos, sociales), sino que, por las particulares deformaciones de nuestro desarrollo económico-social,los organismos del Estado se convierten también en actores con sus propios intereses.

A sA su interior se han conformado grupos corporativos que lucran del Estado y que pugnan por mantener sus particulares intereses económicos y políticossobre sectores específicos de la gestión del agua (Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda –MUDIVI–, Ministerio del Ambiente –MAE–, Instituto Nacional de Riego –INAR–, Ministerio de Agricultura Ganadería y Pesca –MAGAP–). La 4ta y 5ta versión (“Código de ambiente y agua”) fueron la expresión más clara de esta corporativización del Estado.En esta malograda discusión es notoria la incapacidad de proponer y defender una propuesta técnica de consenso por parte de los organismos del Estado, anteriormente nombrados y, en particular, la falta de liderazgo técnico y político de la SENAGUA.

El nivel de las disputas internas entre los ministerios llega a tal punto, que el propio Ejecutivo se ve obligado a hacer a un lado a los actores estatales en conflicto y encarga el establecimiento del consenso al Ministerio de Coordinación Política. Sus asesores logran construir la 7ma versión que es la que finalmente se entregó a la Asamblea Legislativa.

Cabe destacar que en esta fase una nueva organización social, las Juntas Administradoras de Agua Potable y Riego del Ecuador(JAAPRE), gracias a dos multitudinarias movilizaciones en Quito, logra establecer un diálogo directo con el Ministerio de Coordinación Política e incluir un capítulo sobre los sistemas comunitarios, que expresaba un acuerdo político entre el ejecutivo y los sistemas comunitarios.

3. Fase de negociación política con las organizaciones sociales (8va versión). En esta fase se construye la propuesta que sepresentó a primer debate de la Asamblea Legislativa el 10 de noviembre de 2009. Esta versión fue construida luego de un intenso diálogo fundamentalmente entre el ejecutivo, la CONAIE y la Confederación Nacional de Organizaciones Campesinas, Indígenas y Negras del Ecuador (FENOCIN). Sin embargo, por haber postergado hasta el final la discusión de los llamados «nudos críticos» de la Ley, esta octava versión establece un acuerdo muy general en torno a la Autoridad Única del Agua y deja pendiente para el segundo debate su estructuración y el carácter de la participación.

Cabe anotar también que en esta fase se produjo una movilización de la CONAIE cuya motivación fundamental fue el agua, que dejó un profesor indígena muerto, cuyas causas aún no han sido establecidas. Fruto de esa movilización la CONAIEentabló un diálogo directo con el Presidente de la República y se conformaron comisiones mixtas (Ejecutivo – CONAIE) para instaurar un diálogo en torno a la Ley y otros aspectos.

En la comisión encargada de la Ley se logró avanzar en algunos nudos críticos, pero cuando los plazos para el primer debate se veían muy cercanos y los avances eran lentos, los dirigentes nacionales y el ejecutivo llegaron al acuerdo de sumarse al debate en la Asamblea, incluir los puntos de acuerdo en la Ley y esbozar grandes líneas sobre los puntos en los que no había acuerdo, para dejarlos para el segundo debate. Estos acuerdos culminan en la octava versión que es entregada para el primer debate.[6]

4. Fase de negociación con los sectores empresariales (9na y 10ma versión). Después del primer debate del 10 de noviembre de 2009, los asambleístas y sectores sociales hacen llegar sus observaciones a la Comisión de Soberanía Alimentaria de la Asamblea, responsable de la elaboración de la Ley. Las observaciones son recogidas y procesadas en matrices. Con ellas consultores de SENAGUA y el Ministerio de Coordinación Política redactan una nueva versión, que se convierte en un celoso secreto. Pasan cinco meses sin que la Comisión de Soberanía Alimentaria se reúna, conozca y debata la Ley.

Cuando se convoca a sus reuniones se hace evidente que quien maneja la negociación es el ejecutivo y que hay principalmente dos aspectos en torno a los cuales no hay voluntad de diálogo con las organizaciones sociales: la institucionalidad del agua y el aprovechamiento productivo, sobre todo lo referido a la permanencia de INTERAGUA, el embotellamiento y el aprovechamiento de aguas termales. Estas posturas producen una ruptura al interior de la Comisión de Soberanía Alimentaria que se queda sin mayoría para poder aprobar la ley. Ante estas circunstancias AP decide aliarse con la derecha para aprobar los capítulos conflictivos.

La discusión de estos dos aspectos –muy importantes, por cierto– desvió la atención de otros temas de fondo como la autoridad única del agua, la contaminación, la gestión integrada e integral del agua, el riego y, en general, el sistema de gobernabilidad del agua, que en cada versión se tornaba confuso y provocaba la reacción de cada ministerio «afectado». De esta manera, lo que lograron aprobar, después de un apurado manoseo a los capítulos mencionados, es una Ley llena de vacíos, enredos y contradicciones.

Las organizaciones sociales logran un coyuntural acuerdo para defender los avances de las versiones anteriores de la ley, y desatan un fuerte proceso de movilización: cercan la Asamblea Nacional y mantienen una movilización permanente en la ciudad de Quito, mientras bloquean carreteras en varias provincias de la Sierra del país. El Presidente de la Asamblea convoca a las organizaciones sociales a un proceso de diálogo para establecer acuerdos. Se establece que un grupo de asesores de las organizaciones sociales y asesores de la presidencia de la Asamblea, elaboren una versión consensuada de la Ley. Cuando ese equipo estaba finalizando su trabajo, el presidente de la Comisión de Soberanía Alimentaria entregó al presidente de la Asamblea la décima versión de la Ley acomodada al apuro con el Ministerio de Coordinación Política, desconociendo los consensos logrados con las organizaciones sociales.

Ante esta evidente contradicción entre el ejecutivo y la Asamblea, el presidente de ésta se acoge a la disposición constitucional de someter a pre-consulta aquellas leyes que puedan afectar a las comunas, pueblos y nacionalidades. Esta decisión impide que se apruebe la Ley concensuada con la derecha, pero la deja en “el limbo”, hasta que la Asamblea defina cómo se desarrollará la consulta, a quiénes se consultará, sobre qué se consultará y si las recomendaciones mayoritarias y consensuadas de esa consulta se incorporarán en la Ley.



[1] El presente artículo se escribe desde el involucramiento directo en el proceso por lograr una Ley de Recursos Hídricos que inaugure una nueva forma de gestión del agua en el Ecuador, acorde con los principios que todos logramos en la nueva Constitución. Se escribe con la convicción de que aún tenemos una tarea pendiente y urgente; pero, además, desde una visión autocrítica, pues reconocemos que en el proceso hemos cometido errores y que, si queremos que el agua sea realmente para todos, no podemos volver a repetirlos.

[2] José Saramago, «Soy un comunista hormonal», conversaciones con Jorge Halperin; Ed. Le Monde Diplomatique, 2003, Buenos Aires, p.17.

[3] Se afirmó desde el aparecimiento de Alianza País que este movimiento político era un revoltijo detrás del fulgurante liderazgo de Rafael Correa. Es decir, que en sus filas alberga distintas corrientes políticas de derecha, de centro, de izquierda; viejos políticos de la partidocracia que renacieron «progresistas». No obstante, es innegable que muchas propuestas de Alianza País, en diversos ámbitos, implicaban una superación del modelo neoliberal y un cambio radical en el rol del Estado. Esto se reflejó claramente en la Constituyente de Montecristi, en la conformación de sus autoridades y sus comisiones, en su metodología de trabajo. Es en la fase final de la Constituyente donde afloraron las divergencias internas que posteriormente han devenido en irreconciliables.

[4] INTERAGUA, la empresa a la que se concesionó el servicio de agua potable y alcantarillado de la ciudad de Guayaquil en abril del 2001, fue originalmente una filial de la multinacional norteamericana Bechtel. Dos meses después de aprobada la Constitución la Bechtel vendió sus acciones a la multinacional francesa Veolia, a Fomento de Construcciones y Contratas (FCC) de España, a Fanalca de Colombia e Hidalgo & Hidalgo de Ecuador.

[5] Es público que varios asambleístas y miembros del entorno del Presidente tienen estrechos vínculos con INTERAGUA. Se conoce también de varios asambleístas y miembros de AP vinculados directamente a intereses mineros y agro-empresariales.

[6] En la Comisión de Soberanía Alimentaria esta octava versión fue aprobada con cinco votos de Alianza País más el voto de Pachakutik.